sábado, 13 de agosto de 2016

Las Diferencias de la estrategia Matrimonial

El fin de la estrategia matrimonial de la mujer es:

más corazones masculinos, buenos y diversos.

"Al apoderarse del corazón masculino la mujer puede perder por él un interés activo, manteniéndolo sólo para la colección. Y mientras tanto seducir a los demás."



Por qué, si los hombres y las mujeres están buscando unos a los otros, no se pueden encontrar? Eso pasa porque la búsqueda va en direcciones distintas, ya que ambos tienen un fin distinto de su búsqueda. Además esta búsqueda no es siempre absolutamente amistosa, y se parece mucho a la conducta de la gente en el mercado. El vendedor y el comprador también buscan uno al otro, pero los dos tratan de sacar el máximo provecho para sí, muchas veces sin contemplar las posibles pérdidas de otra parte. La naturaleza, desgraciadamente, no es sentimental…

      Como ya se ha dicho, el principio de la división de los sexos supone que una pequeña parte de los machos fecunda a la gran mayoría de las hembras, obligando a los demás machos de esta manera fingir unos solteros empedernidos. Esta estrategia permite fijar rápidamente en la descendencia los rasgos útiles que aparecen, liberando a las hembras de la reproducción de los genes innecesarios. Para esto es preciso que los machos y las hembras actúen de maneras esencialmente diferentes en la búsqueda de la pareja matrimonial.

      Cualquier macho debe aspirar a cambiar lo más frecuente posible a las hembras, como si fuera él el portador de los genes únicos y útiles. Vamos a imaginar que en un hombre apareció de alguna manera el gen de inmunidad, por ejemplo, al SIDA. Es extremadamente importante propagar este gen con la mayor urgencia lo más ampliamente posible en la populación. Pero él, canalla, es fiel a una mujer. ¿Cuántos hijos ésta le podrá dar? Unos 10 , máximo 20, pero según las leyes de la genética este gen recibe sólo la mitad de la descendencia. ¡Es un crimen para la especie! Pero si él actúa como un sultán, puede tener unos 1000, como límite, puede ser, hasta 2000 niños. Ya es algo. Por eso la opinión de la sociedad sobre la infidelidad masculina es muy discreta, este es el programa instintivo, y hay que decir que desde el punto de vista biológico muy sensata. El macho no debe limitar su expansión sexual, para esto existen las hembras. Es decir, el fin instintivo del comportamiento matrimonial del hombre es:
                                                                                                                                                                   
la cantidad mayor posible de cuerpos femeninos, buenos y diferentes.

 ¿Y si este gen único va a ser descubierto en una mujer? ¿Cómo debe comportarse para que este gen no desaparezca sin dejar huellas, sino se multiplique y se fije? En principio, se puede aumentar el número de los hijos, pe ro ¿va a aumentar este número de un cambio intensivo de los hombres? Desde luego que no, pero por esta causa puede sufrir considerablemente la calidad de estos hijos. No en vano la opinión de la sociedad juzga con más dureza la infidelidad femenina, ya que la mujer que no es selectiva en sus parejas sexuales, no se preocupa por la calidad de sus hijos. El hombre que coloca sus genes en una mujer de poca calidad no pierde prácticamente nada, ya que si mañana topa con una mujer de calidad, le va a dar sus genes a ésta, la mujer que fue fecundada por un hombre de poca calidad puede arreglar su error no tan brevemente (la naturaleza no contempla los abortos), y, en general, la cantidad de estas tentativas es muy limitada. Para fijar con mayor seguridad sus genes en sus descendientes, una mujer debe aumentar el rigor de su selección de la pareja, para no diluir sus genes eventualmente únicos, con cualquier cosa. Pero, para tener la posibilidad d e elección, ella debe gustar, si cabe la posibilidad, a todos los hombres. Y a cuantos más hombres ella les gusta, cuantos más admiradores tiene, tanto más amplia es su posibilidad de elección. Su ideal es enamorar a todos, pero dejar acercarse a uno, y, puede ser, a ninguno. La cópula, entre tanto, es casi un efecto no deseado de la seducción.

      Es decir, el fin de la estrategia matrimonial de la mujer es:

más corazones masculinos, buenos y diversos.

Al apoderarse del corazón masculino la mujer puede perder por él un interés activo, manteniéndolo sólo para la colección. Y mientras tanto seducir a los demás.

https://www.youtube.com/watch?v=M6fLb-qfajc

Hay que subrayar que aquí está descrita la base de las diferencias de la estrategia matrimonial. Más abajo vamos a examinar los factores instintivos, que llenan esta base con un contenido concreto.

    Es decir:
  • Para realizar las ventajas de la selección sexual, los machos tratan de hacer el máximo de cópulas, es decir, son luchadores por la CANTIDAD de descendencia, porque la cantidad de su descendencia es prácicamente ilimitada.
  • Con el mismo fin las hembras, teniendo una capacidad de procrear limitada en la cantidad, aspiran a la mayor CALIDAD de la descendencia. Debido a esto ellas son el sujeto seleccionador, es decir, están interesadas en la mayor amplitud de la s parejas de calidad, de las cuales es más fácil seleccionar al de más calidad, rechazando a los demás.

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